4. Clases de oratoria.
Introducción.- En esta ocación, hablaremos
sobre las clases de oratoria, para
dicho cometido, tendremos como base y fundamento de investigación la Enciclopedia Universal
Europea Espada-Calpe, Diccionarios
Juridicos de Manuel Ossorio, Cabanellas, y otros, los cuales
serán nombrados en su momento.
Oratoria Política.
Por razón de la gran variedad de asuntos que comprende, es
el genero que
más transformaciones recibe según las
épocas, el auditorio y las circunstancias, y por lo mismo
la que goza de una mayor libertad de
forma y la que menos puede sujetarse a reglas.
En ningún otro género
ofrece el discurso
oratorio caracteres tan distintivos, porque las oraciones del
púlpito se acercan ya más a las composiciones
poéticas, como ya hemos apreciado en anteriores casos,
como Roberspierre, Lincoln, y otros; mientras que la oratoria forense
pertenece a las obras científicas.
En los encarnizados combates de los partidos y en las graves
cuestiones de cuya resolución dependen la dignidad o la
vida de
las naciones, es donde se manifiesta con más evidencia el
carácter apasionado de la oratoria política, pues nunca
es más dificil, variables e
inconstante el público que en las asambleas políticas.
La oratoria política exige conocimientos vastos y
profundos, y más en los tiempos en que la
ilustración y cultura se
encuentran extendidas.
Además de un perfecto estudio de las cuestiones de
política general y conocimientos técnicos en las
diversas y complicadas ramas de las ciencias
administrativas, debe el orador político conocer a fondo
la historia, el modo
de ser y sentir del pueblo a que se dirige la palabra.
La historia por
tanto, cumple un factor determinante en la oratoria
política, ya que el orador que fragüe planes para el
porvenir, debe fundar su experiencia en la segura escuela de lo
pasado.
Preparación Del Discurso.
En cuanto a su preparación, el discurso político
difiere en muchos casos de todo otro linaje de discursos.
No siempre es el mejor discurso político el que se prepara
con mucho tiempo en la
soledad del gabinete; pues sucede con frecuencia que donde lucen
con mayor brillo las cualidades del orador es en las
rectificaciones, o sea en los dicurso que apenas han sido objeto
de preparación, verdaderas improvisaciones en que se
contesta y refutan las afirmaciones del contrario.
Claro está, que nos referimos a la falta de
preparación de forma, pues para conseguir el triunfo
oratorio en una rectificación es preciso un profundo
conocimiento
del asunto y haber pasado horas enteras examinándolo desde
todos los puntos de vista.
Elocución.
Varia mucho según el auditorio, pues tendrá que
revestir formas templadas si se dirige a una asamblea de personas
respetables, por ejemplo en el Senado; más
necesitará mayor vehemencia y fogosidad si se trata de un
tribuno que se dirige a masas populares.
División de la oratoria politica .
La oratoria política puede dividirse a su vez en
varios géneros:
a) Oratoria Parlamentaria.- es decir los discursos que
se pronuncian en las Cámaras para formar y discutir
leyes, y
censurar o defender la conducta de los
gobernantes.
b) Oratoria Popular.- Discursos dirigido al pueblo para formar o
dirigir su conciencia
política, ilustrandose acerca de sus derechos y encauzando sus
voluntades para conseguir el completo reconocimiento de
éstos; claro es quer hablamos en el supuesto de tratarse
de un orador honrado.
c) Oratoria Periodística.-
Esta oratoria, es agregada a esta especie, por parte de COLL y
VEHÍ.
Considerando la oratoria escrita, por adoptar muchos de los
artículos de los periódicos formas completamente
oratrorias, sobre todo los artículos de fondo que
solían y suelen caracterizar a parte de la prensa
española.
d) Oratoria Militar.- Discursos o arengas pronunciados por los
generales o caudillos en momentos críticos para exaltar el
ánimo de los soldados con palabras enérgicas, sin
artificio alguno, y dejando que el corazón
hable en lugar de los labios.
Por tanto diremos, que tiene por objeto animar a las tropas
enardecidas al combate o felicitarles por la victoria, o
también instruirlas en algun asunto, e inclusive en
ocasiones contener sus ímpetus y reprenderlas.
Al respecto de pertenecer como especie de la Oratoria
Política, existe muchas contradicciones, ya que se
distinguen de aquellas, tanto por su finalidad, como porque las
masas militares, a diferencia de los politico-populares,
está organizadas y dirigidas por la disciplina,
cuya base es la obediencia y el respeto a los que
mandan.
Cualidades del orador.
El orador militar debe reunir las cualidades especiales,
además de las precisas al orador en general.
Primero debe ser verdaderamente militar, es decir tener profunda
y voluntaria inclinación a la carrera de las arma, y ser
denodado, entendiendo por denuedo no la temeridad, sino el
valor
juicioso, la intrepidéz serena e ilustrada, para inspirar
confianza al soldado.
Su principal estudio será la historia de la
antigüedad y de su propio país, profundizando en la
del arte de la
guerra (si es
que se puede llamar arte, lo
concerniente a la guerra) y en
la de los hechos militares: porque los nombres de los lugares
célebres y de los héroes y el recuerdo de sus
hazañas le proporcionarán imitaciones y
comparaciones seductoras a las cuales puede hacerlas suyas, en su
vida objetiva; pero de debiendo abusarse de estos recursos y menos
de las citas.
Finalmente, deberá conocer al soldado para apreciar sus
cualidades y sus necesidades y defectos, que ha de tener muy en
cuenta en sus discursos, y estará presto a dar ejemplo de
paciencia en las fatigas, de constancia en las privaciones y
poder
así imponer silencio a las quejas y ahogar a las
amenazas.
Estilo Del Discurso.
Como ya hemos dicho anteriormente, la elocuencia militar nace
más del corazón
que de la inteligencia,
y así debe emplear la brevedad y huir de la severidad
académica, usando frases cortas, pero impetuosas;
lacónica, pero viva y animada.
Cuando pregunte a los oyentes no les dejará tiempo para
reflexionar, sino que les pondrá la alternativa del
sí o del no anticipandose a veces a responder por
ellos.
Las preguntas y las admiraciones animan las arengas, y uno de los
caracteres más salientes de ésta es el de
multiplicar los imperativos y de dar a los verbos aire de imperio
que arrastra las voluntades; pero es preciso que el orador se
incluya a sí mismo, no aislando la acción de los
soldados de la suya, sino dandole a conocer que compartirá
con ellos los peligros, el combate, las fatigas o las
privaciones; debiendo tenerse presente la sencillez del estilo es
condición indispensable, y que en ocaciones una frase
acaso gramaticalmente incorrecta, un giro vicioso pero felizmente
original, a ofrecido efectos que no hubieran producido el
más retórico y acabado de los periódos.
En la oratoria militar se hace uso de imágenes
extractadas de la naturaleza, con
motivo de ejemplo, en mayor compresión a los oyentes, las
cuales den una sensación de grandeza y que sea
colozal.
Pero al margen de esto, es predominante el uso de las pasiones,
en especial aquellas que siendo honradas penetren las
entrañas de los soldados, así podemos nombrar:
el amor a la
patria y la grandeza de esta, el sentimiento de honor, gloria,
bravura, fuerza, y
corage, son algunos aspectos útiles para dicho orador,
debiendo prestar cuidado a no caer en un chauvinismo
recalcitrante.
Aclarando a lo dicho anteriormente, diremos que la eficacia del uso
de ciertos sentimientos dependerá de los tiempos o
factores exógenos al cual se encuentre un país o un
pueblo, es decir dependerá si se encuentran en tiempo de
guerra o en tiempo de paz.
a) En tiempo de Guerra, habrá de distinguirse si se habla
antes de empezar una campaña o durante ésta, y en
segundo caso si antes o despues de una batalla, durante el sitio
de una plaza y dentro o fuera de ella, o si el fin inmediato es
reaccionar contra la indisciplina, el cansancio, etc.
Antes de comenzar las operacione, procede justificar
ante las tropas la necesidad de estas y la justicia de la
causa en pro de la cual ha de lucharse, haciendo resaltar las
ofensas recibidas del enemigo, las proposiciones rechazadas por
él, los tratados
violados, las amenazas y la indignidad y deshonra que
implicaría ceder ante todo ello.
Comenzada las hostilidades y antes de una batalla debe procurarse
inflamar el valor del
soldado, este caso son de aplicación las palabras quer
aparecen en la Enciclopedia Militar que escribió en
frances una sociedad de
militares y literatos.
Durante la acción la
elocuencia militar se deja escuchar en medio del choque y el
estruendo de las arma, ya reuniendo en una sola palabra
batallones intimidados, ya conduciendo los escuadrones a la
carga, ya exigiendo que un reducto se tome, ya mandando que , ya
exigiendo que un reducto se tome, ya mandando que se refuerce una
posición.
En estas ocaciones el orador se contenta con una frase corta y
enérgica, debiendo serd sus palabras tan rápidas
como sus movimientos.
Después de la acción, si la victoria a coronado los
esfuerzo de las tropas, la elocuencia contará las banderas
tomadas al enemigo, el botín que dejó en poder a los
vencedores, el desastre que ha sufrido, las fatigas y peligros de
los perdedores, la importancia de las posiciones tomadas, y las
consecuencias de la victoria.
Y si por el contrario, si no se obtuvo la victoria
añorada, encontrará la causa de ello en un
obstáculo imprevisto o buscará una excusa a la
derrota y aún sacará partido de las faltas
cometidas para exigir nuevas pruebas de
denuedo, como pago de la deuda contraria.
Para el orador militar debe tomar énfasis al tipo
de ejercito al cual tiene en sus manos o son dirigidas sus
palabras; por tanto son útiles todas las recomendaciones
frente a un ejercito donde reine una emovión fuerte o
extraordinaria, a razón de los momentos indignos que se
vive. Mientras si el orados se encuentra frente a un ejercito
mercenario, no tendrá ningun efecto sus palabras, es decir
serán esteriles sus aclaraciones y recomendaciones
Las arengas fueron útiles para alcanzar el efecto deseado,
para esta clase de oradores, pero por la grandeza del grupo de
ejercitos de hoy en día, es dificil hablar de ellos en su
conjunto, como en aquellos días; pero apesar de todo ello,
algunos aún hacen uson de las arengas.
En la antigüedad, fueron muy usadas, en especial
por Julio Cesar, las cuales son muy famosas. Desde la
invasión de los barbaros, desapareció la costumbre
de arengar a los ejercitos, aunque reviviese con Carlo Magno y
otros, no fueron perene en el tiempo.
Por último la elocuencia militar se hacen
manifiesta en muchas ocaciones en expresiones cortas y
satisfactorias, más aún si estan son inspiradas en
el momento mismo de mayor peligro, las cuales son entremezcladas
con el amor a la
patria o a la gloria, que estos buscan. Constituyendo estas
palabras memorables en la Historia; así tenemos las
siguientes:
— " ¡Soldats, songez que, du haut de ces Pyramides,
quarante siècles vous contemplent !" ¡Soldados,
recordad! ¡Que desde lo alto de esas pirámides
cuarenta siglos contemplan vuestro valor! (Frase pronunciada por
Napoleón
Bonaparte el 19 de julio de 1798 ante su ejército
vencidoi y desmoralizado, momentos antes de empezar la batalla de
"Las Pirámides")
— ¡¡ La sangre de Danton
te ahoga !!.
(Palabras de Garnier de l’Aube a Robespierre, en la
memorable sesión de la Convención que
derrocó a éste).
— ¡¡ Soldados ese es el sol de
Austerlitz !! (Napoleón, en la batalla de
Moskowa).
Oratoria Didáctica o Académica.-
Este género,
comprende los discursos encaminados a persuadir a los hombres de
las verdades científicas, tiene su origen en la creciente
necesidad de expansión y propagación que la ciencia
moderna va experimentando, y abarca todos los asuntos puramente
científicos o de algún modo relacionado con la
ciencia, de
donde se deduce cuan extenso y general es su objeto, puesto que
en nuestros días apenas queda aspecto de la realidad que
no sea estudiada por la
ciencia.
Navarro y Ledesma dice, que esto podría justificar el
criterio de los que reputan como forma didáctica este género de oratoria;
más para comprender la razón de nuestro concepto, basta
fijarse en que el propósito del orador académico no
es tanto enseñar o exponer teorías
científicas como convencer o persuadir de la verdad de
ésta al público, empleando para ello la forma de
oratoria.
El orador didactico tiene que reunir cualidades especiales, pues
no le basta un conocimiento
completo de la cuestión sobre la que va hablar, es preciso
que posea, además, lo que se llama talento expositivo, o
facultad de hacer llano, agradable y accesible a todas las
inteligencias lo que de por sí es abstracto y
dificil.
Los Discursos
Entre las varias especies de discursos didácticos debemos
señalar los que se llaman con toda propiedad
discursos
académicos, porque se leen o pronuncian en las Academias
científicas y literarias.
Los de Exposición
Científica, en los cuales el orador ilustra a sus oyentes
respecto de un punto por el investigado.
Los de Vulgarización, destinados a exponer teorías
o descubrimientos modernos, poniendolo al alcance del
público profano.
Y los de Controversia o discursos de puntos opinables de olas
nuevas investigaciones.
Oratoria Forense.-
Es la que tiene por objeto ilustrar la inteligencia y
mover la voluntad de los jueces para decidir si un hecho se ha
realizado o no, si una persona es o no
culpable, si ha de apliacarse tal o cual regla jurídica o
si ésta ha de interpretarse en uno u otro sentido.
Esta finalidad especial de la oratoria forense requiere 3 reglas
especiales, primero las Cualidades del Orador, segundo la
Materia del
Discurso, y tercero el estilo.
Todos ellos llevan conocido grandes valorizaciones, las cuales
son reflejadas en el foro.
Estos aspectos serán expuestos en los siguientes trabajos
posteriores, dejando al siguiente (estudiante) en orden al tema
de exposición la correlativa
explicación.
Dale Carnegie
El Camino fácil para la eficacia. – Ed.
Sudamericana.- Buenos Aires,
Argentina,
1992.
David p. Jordan
Robespierre, El primer Revolucionario.- Ed. Vergara.- Buenos Aires,
Argentina,
1986.
Suzanne Lassier
Gandhi y la no-violencia.-
Ed. Paulinas.- Madrid, España,
1978.
Enrique Finot y Mariano Baptista
Nueva Historia de Bolivia,
Historia Contemporánea de Bolivia.- Ed.
Gisbert.- La Paz, Bolivia, 1978.
Gumucio.
Segundo T. Maida R.
Bolivia, Forjadores de la Historia.- Ed. América
Ltda.- Santa Cruz, Bolivia, 1980.
Biblioteca
El Saber de un Pueblo.- Ed. Ministerio de Educación y Cultura.-
Pedagogica
La Paz, Bolivia, 1990.
Enciclopedia Europea Universal Espada-Calpe
Tomo XL. Ed. Espada-Calpe. .
Diccionario
oceano.
Ed. Oceano,. Sección "Frases Célebres". Barcelona.
España.
1990
Autor:
Ciro Añez Nuñez
Actualmente egresado de Derecho.
Universidad.
Autónoma Gabriel Rene Moreno.
Santa Cruz de la Sierra – Bolivia.
Categoría: Derecho.
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